Mandado construir en 1501 por D. Jaime, IV Duque de Bragança, el Paço Ducal de Vila Viçosa se convirtió en residencia de la Casa de Bragança, familia que llegaría a ser la dinastía reinante en Portugal desde 1640.
A lo largo de los siglos XVI y XVII, el palacio se amplió y embelleció, incorporando estilos manuelino, renacentista y manierista, reflejo de la evolución artística de la época y del estatus de sus habitantes.
Su fachada de mármol, que se extiende más de 100 metros, es considerada una de las mayores y más imponentes de la Península Ibérica, un verdadero símbolo de la riqueza y el poder de la nobleza portuguesa.Es su elemento más emblemático: revestida con mármol extraído de las canteras locales del Alentejo, domina la plaza del Terreiro do Paço y transmite una sensación de grandeza y solidez que perdura a lo largo de los siglos.
Dentro del palacio, los visitantes pueden recorrer el Andar Nobre, con salones decorados, frescos del siglo XVI, techos ornamentados y lareiras de mármol. La colección incluye tapices, porcelanas, armas y carruajes históricos que permiten imaginar la vida de los duques de Bragança.
El edificio también cuenta con un claustro elegante, jardines cuidados y salas temáticas como una con 80 carruajes.