El perro hoy día lo es todo para cualquier modalidad de caza. Tener un buen binomio cazador-perro es esencial y así se refleja en la caza de San Huberto. Adiestrar a un perro para esta modalidad no es tarea fácil se requiere paciencia y constancia.
Al perro en San Huberto se le juzga que tenga una búsqueda ordenada con el aire a favor, para facilitar la labor de localizar a las perdices y mantener siempre el contacto con su dueño, formando un equipo y trabajando con una misma finalidad.
Se evalúa su obediencia y eficacia en la búsqueda de las piezas, la inmovilidad al momento de la salida de la pieza y al momento del disparo con un arma de fuego. Y las cualidades naturales del mismo, evaluando la iniciativa y capacidad de adaptación del terreno.
El cobro es uno de los aspectos que más se mira, que más importancia tiene. El perro que no respete el vuelo no va a ser eliminado, pero un perro que no cobre y deje una pieza abatida en el campo puede ser eliminado o calificado con un grave demérito. Todo ello como siempre a criterio del juez.