Las ladras de los perros de las rehalas tienen varios objetivos, en su salida de los camiones trasmiten ansiedad, ganas de cazar, demostrando su fortaleza. Cuando sienten el animal cerca, los ladridos sirven de llamada para trabajar la rehala en equipo y tener mayor posibilidad de encontrar a la presa. Y cuando están delante de un animal buscan con sus ladridos intimidar al oponente y también pedir que les ayuden.
La rehala no solo busca y acosa para llevar a las reses a los puestos, transmiten emoción, es información para ponernos en alerta. El trabajo de las rehalas en las monterías es esencial, fundamental para tener buenos resultados en las capturas. Sin perros no existiría la montería, esta afirmación se confirma en las manchas tan quebradas y cerradas, donde las reses tienen mucha defensa para protegerse.