En monterías y batidas en nuestro país, el jabalí cuenta con una mayor atención por parte de los aficionados por su abundancia y su expansión territorial. Estos animales siempre están alerta y conocen muy bien su territorio, además de tener sentido muy fino del olfato y del oído. Lo que hace que los cazadores estén en constante tensión, silencio y muy rápidos y finos en el disparo.
La caza de estos animales es imprescindible para controlar su población. Este animal no tiene prácticamente enemigos y unido a su gran capacidad reproductora hace que sus poblaciones tengan un gran incremento. Esta situación conlleva un aumento de los daños producidos a la agricultura, así como un incremento en el riesgo de contagio de enfermedades al ganado doméstico y un creciente número de accidentes de tráfico por atropello.