La época de celo de la cabra montés va desde noviembre a enero, siendo en este momento cuando se reúnen las hembras y machos adultos. Lo más característico del celo de estos animales son los violentos combates entre los machos chocando los cuernos. El vencedor conseguirá a las hembras con las que preservar sus genes.
Las hembras viven separadas de los machos la mayor parte del año. Estos son más solitarios y habitan a mayor altitud. Las hembras prefieren las zonas bajas de las sierras. Sólo en época de celo los machos bajan a buscar a las hembras y durante algunas semanas comparten terreno con ellas. El hecho de permanecer separados es una estrategia para optimizar recursos. Las hembras aprovechan los mejores pastos porque, como cualquier madre, tienen mayor gasto energético.
Por ello, la época de celo es la idónea para cazarlos, es el mejor momento de evaluar su trofeo y observar sus movimientos a distancia y si el ejemplar reúne las condiciones deseadas, se podrá realizar la aproximación para situarse a la distancia optima de disparo.