Los Picos de Europa es un territorio de extraordinaria riqueza paisajística, biológica, histórica, cultural y emocional. La fauna más salvaje de la península ibérica, una flora endémica y paisajes soberbios han perdurado en un espacio formado por cumbres que superan los 2.600 metros de altitud. Este territorio que supera las 67.000 hectáreas, en el que se diluyen las fronteras de Asturias, Cantabria y Castilla y León fue declarado parque nacional hace cien años.
La vida en Picos de Europa se debate entre la conservación y el progreso, entre el deber de preservar la belleza del patrimonio natural y la necesidad de rentabilizarla. Una de las maneras de ser rentables es la caza que se realiza para controlar las poblaciones de especies cinegéticas.