Existen dos modalidades de caza al muflón, en montería y en rececho. En montería, es bastante complicado poder seleccionar un ejemplar y hacer blanco sobre él, ya que, los muflones al sentir las primeras ladras se juntan formando grandes pelotas que recorren la mancha de lado a lado. Por eso muchos cazadores eligen el rececho para hacerse con este trofeo. En esta modalidad, podremos tener tiempo de valorar adecuadamente el trofeo y tomar la decisión de disparar o esperar a encontrar otro que realmente satisfaga las expectativas del cazador.
En el rececho sólo intervienen el cazador y el guarda o guía. Las fuerzas, las estrategias, la vista y puntería serán las claves que debe de tener todo cazador, para poder conseguir el muflón deseado.
El oído y el olfato de este animal son muy buenos siendo capaces de localizarnos a grandes distancias, por lo que realizar las entradas con el aire a favor será del todo imprescindible y caminar procurando siempre taparse con la vegetación.