A lo largo de los años, la caza del ciervo ha evolucionado, incorporando prácticas sostenibles que buscan preservar su población y su entorno. La gestión responsable de esta especie no solo garantiza su supervivencia, sino que también fomenta un equilibrio en los ecosistemas donde habita.
Es importante para tener éxito en el rececho, saber leer el campo, anticiparse al comportamiento de las reses, conocer el terreno casi tan bien como el propio animal. Sin embargo, los viejos venados, aquellos que han sobrevivido inviernos duros y temporadas de caza, parecen siempre estar un paso por delante. Cada encuentro es un juego de inteligencia y paciencia, donde los segundos se alargan y la oportunidad de disparo perfecto se mide en una fracción de tiempo que parece detenerse.