Prodigio, único, esencial, maestro, excepcional, figura. Genio, misterio, ejemplo y esperanza pianística. Acaparador de elogios infinitos en su juventud, de Esteban Sánchez Herrero se escribió que llevó la música al límite sonoro y emocional. Como una tormenta de sincera naturalidad, este intérprete nacido en Orellana la Vieja en 1934 mostró qué clase de pianista era durante una gloriosa etapa. Después decidió quedarse a enseñar en un conservatorio de provincias hasta su fallecimiento en el trayecto de su pueblo al trabajo. La respuesta a su exilio interior sigue flotando en el aire, en la personalidad profunda e irrefrenable del hombre y del músico. Esteban Sánchez rompió la lógica, antepuso la libertad personal a la conquista.
El Lince 3.0: Esteban Sánchez, cansarse de ser genio
Viernes, 20 Diciembre 2024