La leyenda de la Torre Sangrienta: la última batalla templaria en Extremadura
Sábado, 1 Noviembre 2025

En lo alto del castillo de Jerez de los Caballeros, una torre domina el horizonte. Es la Torre del Homenaje, aunque todos la conocen como la Torre Sangrienta. Su nombre encierra una de las leyendas más estremecedoras de la historia templaria en Extremadura: la de los monjes guerreros que prefirieron morir antes que entregar sus encomiendas.

Corría el año 1312 cuando el papa Clemente V disolvió la poderosa Orden del Temple, acusada de herejía y de conspirar contra la Iglesia. En toda Europa comenzaron los arrestos, las persecuciones y las ejecuciones de templarios. Pero en tierras extremeñas, la historia tomó otro rumbo.

En Jerez de los Caballeros, los soldados templarios decidieron resistir. Custodiaban el castillo, una fortaleza que dominaba la villa desde tiempos de la Reconquista, y se negaron a entregar su encomienda a las tropas enviadas por el concejo de Sevilla, que actuaba en nombre del rey Fernando IV.

Durante meses, los monjes guerreros soportaron el asedio, defendiendo sus murallas con la convicción de que su causa era justa y sagrada. Eran los últimos templarios de Jerez… y estaban dispuestos a morir en su torre antes que rendirse.

Los jerezanos cuentan que, en las noches de luna llena, cuando el viento sopla desde la sierra, se escuchan silbidos que atraviesan las calles empedradas del casco antiguo. Dicen que son los templarios que aún montan guardia, llamando a sus caballos o avisando del enemigo que nunca llegó.

Algunos aseguran oír el sonido metálico de las armaduras y los pasos firmes de quienes juraron fidelidad eterna a su orden.