Tras la Segunda Guerra Mundial y ya descartada la intervención de las grandes democracias en España, el país se somete a la larga dictadura de Francisco Franco. Esta dictadura, que evolucionará y se adaptará al nuevo contexto mundial, pondrá en marcha en Extremadura el Plan Badajoz y, con menor repercusión, el Plan Cáceres. Estas iniciativas, a la postre, no consiguieron detener el éxodo de miles de extremeños a zonas más industrializadas.
Superada la década de los cuarenta, los proyectos industriales comienzan a asentarse en la región. Destacan la corchera y el matadero de Mérida, impulsados por el empresario gallego José Fernández López. El Plan Badajoz, un proyecto agroindustrial con grandes expectativas,sembró de pueblos de colonos la provincia e impulsó la construcción de grandes presas para cambiar los cultivos de secano por los de regadío. La del Cíjara, Montijo, García de Sola y Orellana serán las grandes presas construidas por Franco. En Torrejón, se construirá otra presa que será tristemente célebre por el incidente que se produjo en 1965. El mayor accidente laboral conocido en Extremadura, que segó la vida, según datos oficiales, de más de medio centenar de trabajadores.
Mientras, el régimen va abriéndose en el contexto internacional y se acerca a Estados Unidos. Desde el país americano fueron muy críticos de ese entendimiento entre la democracia más antigua del mundo con una dictadura represiva. En la prestigiosa revista Life, el fotógrafo Eugene Smith publicará un reportaje denunciando las condiciones humanitarias en España. Lo hará desde un pueblo extremeño: Deleitosa.