Nuestra primera parada nos lleva hasta Arroyo de San Serván, donde nos espera un ganadero muy, pero que muy nervioso. Juan Eduardo tiene 53 años y su pasión son sus hijos, su nieto y sus animales. Vive obsesionado con ellos, desde que se levanta, hasta que se acuesta. Su vida no ha sido fácil. Se tuvo que hacer cargo de sus cuatro hijos al separarse de su mujer. Conciliar ganado y familia, no es una tarea sencilla y eso le ha dado más de un dolor de cabeza, pero tenía dos opciones: resignarse o seguir luchando. Él y sus hijos optaron por seguir mirando a la vida de frente y son un ejemplo de tesón, ganas y mucho esfuerzo se esconden detrás de este noble ganadero, al que le gustaría, en un futuro, montar una quesería.
Y de la provincia de Badajoz, nos vamos hasta Miajadas, donde nos espera un auténtico terremoto con nombre propio. Se llama Ana, tiene 41 años y hace poco más de un año que se ha incorporado al sector agrario. ¿Quiénes están detrás de esta incorporación? Su suegro y su marido, ellos les están enseñando, poco a poco, a defenderse en este intrépido mundo. Con ella, vamos a conocer todos los entresijos que conlleva ser agricultora y en su caso, llevar adelante una titularidad compartida, porque Extremadura se sitúa como la tercera comunidad autónoma con más número de explotaciones de este tipo. Una historia en la que no van a faltar las sorpresas, como las que se lleva su suegro Antonio al ver a Sara en su finca dispuesta a recoger aceitunas.
Con Sara Barroso.