Patri despertó su lado ganadero unos cinco años atrás y gracias a su familia ha podido hacerlo realidad. Todavía recuerda todo lo que aprendió de su padre antes de perderlo en un accidente, ella era pequeña cuando sucedió. Patri comenzó, por necesidad, atendiendo a las vacas de su abuelo y el contacto con la naturaleza fue el detonante, para saber que su sitio era ese, el campo extremeño, la naturaleza, donde fue tan feliz con su padre; dejó sus estudios en administración y gracias al apoyo de su familia, sobre todo, el de su madre, pudo adquirir todo lo que necesitaba para tener lo que ahora tiene y le hace luchar, trabajar sin descanso con alegría, con ganas de continuar para su hija, para su familia, con ideas para montar una granja escuela y llevar su sueño de ganadera más allá. Ve el futuro con entusiasmo y así lo disfruta con los suyos.
Patri y Javi deciden montar una granja escuela en Sierra de Gata
Miércoles, 15 Diciembre 2021