Elena Manzano, profesora de Derecho Financiero y Tributaria de la Universidad de Extremadura y miembro de la asociación "Pensando Extremadura", analiza la fiscalidad de los combustibles en nuestro país.
Asegura que una fiscalidad indirecta elevada perjudica, sobre todo, a los contribuyentes con menor nivel de renta y riqueza. "Los impuestos indirectos son regresivos porque la cantidad que se destina a su pago es mayor cuanto menor sea el nivel de renta"
Ante la escalada de precios, Manzano se muestra a favor de aprobar medidas excepcionales como ayudas directas a los sectores afectados, bonos para los consumidores o una bajada de impuestos. Actualmente, el gravamen por el impuesto de hidrocarburos es de 47 céntimos a la gasolina y 37,9 al diésel, a lo que hay que sumar el 21% de IVA.
Hasta el mes de noviembre, el Estado recaudó en el pasado año más de 10.500 millones de euros por el impuesto de hidrocarburos, de los que más de 6.000 fueron a las comunidades autónomas.