De los 80.000 autónomos y autónomas de la región, unos 500 han cesado su actividad a lo largo del año 2020. Malos datos para una región como la nuestra, en la que el tejido empresarial depende mucho de estos profesionales y de las pymes, que también se han visto afectadas.
Para el presidente de la UPTA, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos existe una burocracia excesiva a la hora de gestionar cualquier situación y pide que las ayudas públicas se mantengan durante el primer trimestre. También ha criticado la descoordinación que, desde su punto de vista, ha habido entre las diferentes administraciones. Desde la local, a la regional y nacional.
En materia fiscal recuerdan que pagan más de un 30% de impuestos, un 14% por encima del impuesto de sociedades, y reclaman que se ajusten las cotizaciones al nivel de facturación real.
Eduardo Abad, critica que no se haya optado por la exención de diferentes impuestos y define como "losa tremenda e insalvable" el pago por módulos. Además, pone sobre la mesa la reducción de la facturación de los autónomos y autónomas extremeñas a lo largo del 2020: más del 70% ha reducido su facturación a la mitad, al 50%.