"Quiero ver la carrera que todavía no he vuelto a verla".
Han pasado 15 días desde que se proclamara campeón olímpico y Álvaro Martín Uriol todavía no ha podido disfrutar plenamente el éxito. Dos semanas de idas y venidas, de homenajes y actos y de poca pausa que no han permitido al llerenense sentarse y degustar el triunfo.
Espera empezar a hacerlo ahora, día en el que empieza unas pequeñas vacaciones junto a su pareja. Lo hace sin fecha concreta para volver a entrenar aunque sabe que en septiembre espera la pista y el asfalto. No sabemos por cuánto tiempo. Álvaro Martín Uriol ya decía en mayo que no dejará de correr de forma abrupta, que su retirada será gradual y en su mente ya está más o menos el proceso, pero no quiere detenerse a pensar en ello. Sólo ha confirmado lo que también nos confesaba en Cieza: estos han sido sus últimos Juegos Olímpicos, era una decisión meditada que pone una fecha de caducidad por concretar.
Pero no es momento de hablar de eso. El futuro llegará y ahora toca disfrutar de lo conseguido. El oro y el bronce en París encumbran a un Álvaro Martín Uriol que se muestra siempre agradecido a su entrenador, su padre en los entrenamientos, un José Antonio Carrillo que por fin pudo romper el sombrero de paja.
Sobre ese icónico instante hablamos también con el llerenense, al que no se le borra la sonrisa desde aquel 7 de agosto que pasa ya a ser leyenda del deporte extremeño.