Como ya les adelantamos hace unas semanas, los lunes de verano escucharemos una columna histórica y de opinión relacionada con personajes, vivencias o libros relacionados con la Historia de nuestra región... Para ello vamos a contar con la ayuda de Felipe Lorenzana, Profesor y Doctor en Historia Moderna. Hoy el Profesor Lorenzana reflexiona sobre la generación llamada 'baby boomer', un término que ha puesto de moda el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones...
El término, recordamos, expresa de modo gráfico y simpático la expansión de la natalidad durante el periodo de mayor crecimiento de la economía capitalista, situado entre el final de la II Guerra Mundial y la crisis de 1973. Cada país tuvo sus propias pautas y, por tanto, tiene sus propios Baby Boomers. En España se admite que somos quienes vinimos al mundo en los años sesenta y primeros setenta. El pico de nacimientos se produjo en 1964 con 700.000, más del doble de los que tuvimos en 2020. En Extremadura se notó menos su impacto, al coincidir este fenómeno con la emigración.
En realidad, la tasa de natalidad no es que fuese mucho más elevada que antes, lo que ocurrió es que descendió la de mortalidad y se incrementó la esperanza de vida. En definitiva, que no nos hemos muerto y hemos creado un problemón con las pensiones, pues ahora se nos achaca aquello que había sido nuestra principal virtud: la cantidad.
Y es que somos ocho millones de españoles. Hemos posibilitado el mayor crecimiento demográfico y económico de la historia, hemos aportado fuerza laboral, hemos sido poderosos demandantes de productos, servicios e infraestructuras, hemos cotizado como nadie y pagado las pensiones de nuestros abuelos y de nuestros padres, y ahora que nos va llegando la hora nos dicen que a dónde vamos, que somos muchos, se nos señala como una masa informe de aprovechados que venimos a poner el cazo en tiempos de crisis, y el ministro nos advierte con regocijo que trabajaremos más y cobraremos menos.
La estructura demográfica de un país es como la de un edificio: requiere una base ancha y fuerte, los cimientos. De hecho, se representa como una pirámide porque se supone que los escalones, que son los grupos de edad, se agrandan hacia abajo y así sostienen, o pensionan, a los de arriba. Lo que ocurre es que las pirámides empezaron hace ya tiempo a invertirse, en parte por culpa nuestra. Me explico: así como nuestros abuelos hicieron la guerra - civil- nuestros padres hicieron el amor y tuvieron un montón de niños; nosotros apostamos por la parejita y la Generación X, la que nos sigue, adoptaron la política maoísta del hijo único; no conocemos aún los planes de los millennials, si es que los tienen.
Por supuesto que hay soluciones al problema de las pensiones, como aplicar de una vez una política seria de fomento de la natalidad, más allá del famoso talón bebé, o abrir un proceso de inmigración organizado. Soluciones que requieren planificación y consenso entre nuestros políticos... o sea, que los boomers lo llevamos claro.