"Falla uno más que la escopeta de una feria, pero no se puede perder una tradición de antaño que me viene de mi padre y de mi abuelo". Tras jubilarse como carnicero en Villar del Rey, Pedro Carballo puede dedicarse con gusto, responsabilidad y conciencia de las limitaciones, acrecentadas por el cambio climático, a perseguir los vientos con una de las tradiciones de predicción meteorológicas más arraigadas de Extremadura.
"Las cabañuelas se calculan del 14 al 23 de agosto observando principalmente los vientos y su orientación para vaticinar cómo irán los meses en sentido inverso. Así el 14 de agosto marca diciembre del año siguiente, el 15; noviembre, el 16; octubre y así sucesivamente hasta llegar el 23 de agosto a predecir el mes de enero". Todo queda registrado en la libreta de Pedro porque como dice su mujer es "como un 'perro gutu' mirando para todos lados", aunque lo que importa de verdad, que es el viento, no se vea. "Si es del sur, lloverá, si viene del norte, hará frío y si es del noroeste, tormenta" y aunque el cambio climático haya venido a alterarlo todo, lo mejor es poder compartir un saber tan apegado a la tierra como el propio Pedro Carballo, nuestro perseguidor del viento y las cabañuelas desde Villar del Rey.