El cambio climático acorta ciclos y tareas agrarias como el esquileo

Es una evidencia innegable. El cambio climático va camino de alterar las fechas que tradicionalmente regían las actividades agroganaderas. Ya no es nada novedoso mencionar cómo se adelanta la floración de distintos frutales o cómo se acortan los inviernos y las primaveras. Y las consecuencias se notan también en el esquileo de las ovejas.

Cada vez el calor entra antes y más de golpe, con temperaturas más intensas. De ahí que el tradicional calendario para rapar los rebaños de principios de abril a finales de mayo pueda modificarse. Y cada vez hay menos cuadrillas por los problemas del relevo generacional.