"La gente suele quedarse en la discapacidad y no en todo lo que puedes hacer". Enrique Pérez Montero comenzó a tener los primeros síntomas de retinosis pigmentaria mientras preparaba su tesis doctoral. Poco a poco esta enfermedad degenerativa ha ido apagando su visión hasta dejarle a oscuras hace ya 4 años. Pero la luz le sale de dentro, de su pasión por el trabajo investigador que desarrolla en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y que precisamente le mantiene vigilante de las galaxias especialmente brillantes y luminosas, aquellas que conforman muchas estrellas.
"Todo puede trasladarse a datos matemáticos y físicos" y ahí Enrique se desenvuelve como pez en el agua. Incluso mejor que fuera de la investigación, ya que las barreras cotidianas "son incluso más difíciles de vencer". Por ello mantiene paralelamente una actividad incesante con la Fundación ONCE en el marco del proyecto "Astronomía Accesible" demostrando que si se quiere, se trabaja y se cuenta con un amigo como su inseparable Roco ¡Sí, se puede!