Juancho Pérez, el gigante extremeño.
Su figura es inconfundible. Se puede ver a diario por su ciudad natal, por esa Badajoz que nunca abandonó ni olvidó en aquellos años de viajes, experiencias, clubes de primer nivel, victorias y medallas.
Tan es así que a día de hoy ha vuelto a la concejalía de su ciudad, 13 años después ya de que jugara sus últimos partidos de balonmano con un Escubal que presidía y con el que quiso recuperar los mejores años del balonmano pacense. Posiblemente, el resultado no sería el deseado.
Esta fue su retirada real, aunque oficialmente colgó la camiseta hace justo 15 años. En mayo de 2009 jugó sus últimos minutos como profesional en Pamplona con el Portland San Antonio, equipo que le preparó el homenaje que se merecía a un jugador de su trayectoria.
Esa imagen de gigante bonachón infranqueable fue uno de los iconos de la, posiblemente, mejor época del balonmano masculino nacional. Años de medallas europeas, mundiales y olímpicas. Años de oro en la Liga Asobela. O de Plata, quizá, tras un inicio de los 90 con el balonmano copando las pantallas.
Juancho Pérez fue uno de los jugadores que logró el primer oro mundial para España. Venía con un currículum de ser Campeón de Europa por clubes, subcampeón de Europa de selecciones y dos veces medalla de bronce.
El primero siendo todavía un joven jugador de 22 años y el segundo siendo ya una parte casi imprescindible de la selección con 26. Repetiría de nuevo Atenas 2004 pero ya sin subir al cajón tras caer en cuartos contra Alemania. 3 Juegos y 3 continentes: América, Oceanía y Europa.
Estos datos, este palmarés, nos dice una cosa muy clara: estamos hablando de uno de los mejores deportistas extremeños de nuestra historia con 203 partidos como internacional. Sólo 14 jugadores han vestido esa camiseta más veces que Juancho Pérez.