El inicio del proceso de escolarización para el próximo curso reabre el debate sobre la libertad de las familias para elegir el centro educativo de sus hijos, así como el papel de los centros concertados en el sistema educativo.
Eva María Rodríguez, presidenta de FREAMPA, asegura que la reducción del número de alumnos por la caída de la natalidad debe suponer una reducción de la ratio y la supresión progresiva de unidades concertada. Un criterio que no comparte el presidente de CONCAPA en Extremadura, Cristóbal Gamero. El representante de las familias católicas asegura que el único criterio a tener en cuenta para suprimir unidades debe ser la demanda, sea el centro público o concertado. También se opone a la zonificación, y que por lo tanto puntúe la proximidad del domicilio familiar al centro elegido, porque "provoca guetos".