La acuicultura es un negocio que apenas tiene implantación en nuestra comunidad autónoma. Mientras que en otras regiones hay bastantes piscifactorías dedicadas a la trucha arcoíris, aquí apenas hay 3 o 4 viveros, en general en el norte de Cáceres, y optan por la cría de tencas.
Ese pez es una oportunidad interesante de negocio al ser una especie semisalvaje, pero requiere de un impulso que aún no encuentra entre el empresariado. Tampoco se logran producciones muy altas y no pasan de las 14 toneladas anuales. Todos estos datos nos los ha facilitado César Fallola, el responsable del Centro de Acuicultura de las Vegas del Guadiana, en Villafranco.
Unas instalaciones que velan por la conservación de especies autóctonas de peces como la boga del Guadiana, el pez fraile o el jarabugo, con los que se repueblan los cauces extremeños. Este Centro de Acuicultura también pone freno a otras especies invasoras, como el sirulo o el pez gato.
Una tarea preventiva muy importante, como la de educación medioambiental en niños y adolescentes. Esta es de gran relevancia para luego practicar la pesca deportiva y sin muerte.