El horizonte en Unicaja Banco - antiguo Liberbank, anteriormente Caja Extremadura comienza a despejarse tras los meses de mayor conflictividad laboral de su historia. Después de que la representación sindical de la plantilla y la dirección de la entidad alcanzaran un acuerdo en diciembre sobre el Expediente de Regulación de Empleo, éste ya ha superado el cupo máximo de admisión a esas salidas, aunque el plazo está abierto hasta las doce de la noche de este mismo viernes. Estaba previsto el despido de 1.513 empleados en todo el país, 153 en nuestra región, aunque ya se han adherido más de 1.600 trabajadores y trabajadoras.
Desde el sindicato SIBANK, su secretario de comunicación, José Ignacio Carmona, ha reconocido que pese a que las condiciones del ERE son buenas y se ha conseguido el equilibrio entre la compensación económica y las medidas traumáticas que suponían, sobre todo, las condiciones de movilidad, la decisión de despedir a tal número de empleados y empleadas en todo el país, se debe a estándares de rentabilidad económica y no a la falta de trabajo. Ha subrayado Carmona que las plantillas están muy presionadas y que tienen altas cargas de trabajo.
No obstante, la salida de esos trabajadores y trabajadoras no será inmediata. El plazo de ejecución de las medidas se amplía hasta el 31 de diciembre de 2024 para determinar qué fecha se asigna a cada despido, cuyas condiciones varían en función de la edad o de la antigüedad en el banco. En España se cerrarán 400 oficinas. En Extremadura se cerrarán 78 oficinas, la mayoría - 62 - en la provincia de Cáceres. 16 en Badajoz. Una realidad que dejará a la región en un situación cada vez más fuerte de exclusión financiera.