Apenas unas piedras señalan el lugar... "Una peana con un manchón de cemento donde estaba la cruz que señalaba una suerte de plaza donde se hacía formar a los presos. También hay restos de un lavadero y la trama y empedrado de las calles entorno a las que se ubicaron unos 80 barracones". Recordamos con la ayuda de Guillermo León, vicepresidente de la "Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera", la historia de un centro de represión y "reeducación" de presos afines a la República que abrió sus puertas con el final de la Guerra Civil. Por él pudieron pasar alrededor de 15.000 personas que padecieron un cautiverio extremo.
Declarado Bien de Interés Cultural catalogado como "sitio histórico" por la Junta de Extremadura en 2009, cobra actualidad en estos días por ser uno de los escenarios que cobrará vida en la novela póstuma de la recién fallecida escritora Almudena Grandes, "Episodios de una Guerra Interminable".