En la vida diaria, sigue habiendo actitudes machistas que no se suelen ver. Las pasamos por alto o no somos capaces de detectarlas porque son tan habituales que no consideramos que sean erróneas o que puedan estar perpetuando conductas vejatorias o violentas hacia las mujeres. Suelen ser gestos, muy sutiles. A estas situaciones ya se les ha puesto nombre. Se llaman micromachismos. Sobre ello reflexiona, Gema Sáez, psicóloga y profesora en la Universidad de Extremadura. Hace unos días charlaba con Luz Carmen Herrera, en Canal Extremadura Televisión.
Lamentablemente, como apunta esta experta, se les llama micromachismos cuando en realidad son actitudes totalmente machistas. Hemos preguntado en la calle y, dependiendo de la edad de las personas con quien hemos hablado se conocen o no, estas prácticas. Sobre esto, Saez apunta que se lo debemos al poso patriarcal en el que se basa nuestra sociedad. Para terminar con estas actitudes, una vez identificados esos micromachismos, es importante hacerlo saber a quien esté a nuestro alrededor y que no haya aceptación social de la misma
En definitiva, no es más que una nueva forma de machismo. Eso sí, mucho más sutil. No podemos olvidar que las actitudes vejatorias hacia la mujer son solo físicas, aunque éstas son las que se ven, golpes que marcan sus cuerpos. El machismo también es violencia psicológica. La que no se ve... y la que puede enterrar en vida a una mujer