En una semana marcada por la tragedia de la DANA en Valencia, Albacete o Cuenca...pensamos en la muerte. En el valor de los cuerpos para poder gestionar los duelos. En los ritos. Y en lo normalizado que está que todavía hoy sigan existiendo familias en España que no pueden llevar flores a ninguna tumba porque siguen sin saber donde están los restos de su ser querido. Son los familiares de víctimas del franquismo.
En algunos contextos, se ha tachado esta causa de "incómoda" o "revanchistas" por "remover el pasado abriendo heridas". En su paso por el espacio "No vinimos a odiarnos", nuestro invitados e invitadas nos ayudan a entender que se trata de justo lo contrario, de intentar cerrar el duelo, de reparar en la medida de lo posible.
La profesora de la Universidad de Barcelona especializada en violencia política con perspectiva de género, e investigadora del CSIC, Laura Muñoz Encinar, nos muestra con especial sensibilidad como la ciencia se pone al servicio de lo humano.
De su mano, conocemos a Andrés Serrano, que sigue buscando los restos de su tío y que es portavoz de la Agrupación de víctimas represaliadas por el franquismo en Fregenal de la Sierra y a Conchita Viera, que perdió a su padre a los tres años y que creció sin recuerdos de él....y sin un solo dato de su paradero. Ahora, a los 91 años los ha recuperado, en la Mina Terría de Valencia de Alcántara. Ha sido posible gracias a un trabajo colectivo, que no eclipsa los silencios, los miedos y la violencia con la que creció, pero que, de algún modo, repara. En lo humano. En lo histórico.