"Quedan 17 partidos y confío plenamente en ellos". Tan contundente en lo negativo, o en lo objetivo de la situación actual, como en lo positivo. Roberto Blanco reconoce que el equipo no ha cumplido con los objetivos de esta primera vuelta "no puedo dar una valoración positiva", dice, pero vuelve a mostrar su confianza plena en el talento y el trabajo del equipo: "Tenemos confianza absoluta".
El problema, por momentos, parece más mental que de juego. "El equipo está ahí, hay que conseguir que ese resorte aparezca". En algunos partidos, sobre todo en el Multiusos, el Cáceres ha exhibido un gran baloncesto. Fuera ha competido ante grandes rivales, ha dado grandes versiones como la de la primera parte en Lleida pero también ha sufrido apagones como el que conllevó la derrota en el Barris Nord.
"El equipo ve fantasmas". Así se expresa Roberto Blanco que insiste una y otra vez en la cabeza de sus jugadores. "No acabamos de ser consistentes en esa fortaleza mental" y buena parte del trabajo del cuerpo técnico va en conversar, en tratar de reforzar positivamente a la plantilla en el análisis visual, no sólo de los errores a corregir sino también de aquellos aspectos del juego que favorecen al Cáceres y que se hacen bien. Con naturalidad, Blanco asume que esa ayuda externa también la necesita el cuerpo técnico y la aprovechan para activar la motivación. "Yo creo en mi trabajo", afirma Blanco tras meses de muchos rumores y de complicada gestión.
Y ese es el pensamiento en el que intenta redundar Blanco y apoyarse "No hay que pensar en que no podemos fallar en casa sino en que en casa el equipo está dando la cara y que contra rivales todopoderoso vamos a seguir siendo ese equipo fiable en casa". En casa, lo sabe Roberto Blanco, el margen de error es mínimo si no se gana fuera pero la confianza debe vencer al miedo.