El Badajoz ha cumplido en casa frente al Talavera (2-0) en un partido que ha estado marcado por la efectividad pacense. Conscientes de la importancia del choque, los de Munitis entraron bien en el partido y encontraron pronto su premio. En el minuto 13, Gorka Santamaría culminó a placer un contraataque perfectamente ejecutado en dos pases. A partir de ahí, el partido estuvo marcado por un ritmo lento donde el Talavera dominaba la posesión pero sin encontrar peligro. La peor noticia llegó con la lesión de Kike Pina. El lateral volvía al once después de cuatro semanas de ausencia.
En la segunda mitad, los blanquinegros volvieron a asestar un golpe muy pronto que fue decisivo. El capitán Guzmán, en el minuto 47, marcó con sutileza el segundo gol para los suyos. El encuentro siguió con el mismo guión de la primera mitad. El Nuevo Vivero vivió la vuelta al césped del delantero Chris Ramos, lesionado frente al Cartagena. Sin duda, una imagen que los extremeños necesitaban. El Talavera intentó recortar distancias pero le faltó frescura en los metros finales. Con esta victoria, el Badajoz rompe su mala dinámica de resultados y vuelve a mirar con optimismo a los puestos de playoff.