El Comité de Empresa del Personal Docente e Investigador laboral de la Universidad de Extremadura ha alzado la voz para reclamar la negociación del III Convenio Colectivo, cuya falta afecta a 1.200 trabajadores, la mitad de la plantilla docente de la institución. Según denuncia el colectivo, la ausencia de este convenio impide que los profesores puedan percibir complementos retributivos de quinquenios y sexenios, además de limitar su promoción en la carrera universitaria.

La presidenta del Comité de Empresa y representante de CSIF, María del Carmen Ledesma, ha destacado en rueda de prensa que docentes de otras universidades ya perciben estos complementos gracias a la aprobación de la Ley del Sistema Universitario en 2023.

Incumplimientos en la negociación

El Comité de Empresa acusa a la universidad de incumplir repetidamente el calendario de negociaciones del convenio colectivo. Según Ledesma, el pasado noviembre se solicitó al Vicerrectorado de Profesorado tratar cuestiones retributivas. Sin embargo, estas demandas no han sido atendidas.

En respuesta a la inacción de la UEx, los docentes han anunciado una serie de movilizaciones, incluidas asambleas y una concentración el próximo 28 de enero. Además, no se descarta la convocatoria de paros durante el periodo de exámenes si no se atienden sus principales reivindicaciones.

Este sábado se espera una multitudinaria manifestación en Almaraz en defensa de la continuidad de la central nuclear de Almaraz, cuyo cierre está previsto para 2027. La protesta contará con la participación de la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, quien ha invitado a los presidentes de las comunidades autónomas con plantas nucleares en España a unirse a esta causa. La central de Almaraz abrirá el calendario de cierres nucleares en el país, con la clausura del reactor 1 en 2027 y del reactor 2 en 2028.

El calendario del apagón nuclear en España

El cierre de Almaraz será seguido por el de la unidad 1 de la central de Ascó (Tarragona) en 2030, junto con la central de Cofrentes (Valencia). En 2032, está previsto que se clausure el segundo reactor de Ascó. Finalmente, en 2035, cerrarán Vandellós, también en Tarragona, y la central de Trillo, en Guadalajara. Estos cierres están generando preocupación en diversos sectores de las comunidades afectadas por la pérdida de empleo y el impacto económico que podrían provocar.

En redes sociales, María Guardiola ha agradecido el respaldo del presidente valenciano en la lucha por el mantenimiento de Almaraz, destacando que se trata de una defensa de un bien común para garantizar el empleo y la sostenibilidad energética de toda España. Sin embargo, Ecologistas en Acción ha criticado la participación de representantes institucionales en la manifestación, calificando su presencia como inadmisible y acusándolos de apoyar posturas pro-nucleares.

Impacto laboral y energético

La industria nuclear en España genera miles de empleos directos e indirectos. Cataluña, con tres reactores nucleares, da trabajo a unas 3.000 personas. El coordinador de Medio Ambiente de UGT en Cataluña, Juan Luis Cantón, ha subrayado la necesidad de una transición energética justa que no deje a nadie atrás. También ha recordado el impacto que tuvo la inactividad temporal de los reactores de Ascó en diciembre, cuando la red eléctrica nacional se vio afectada, cortando el suministro durante unas horas.

La central nuclear de Trillo, en Guadalajara, será la última en cerrar en 2035. Jorge Peña, alcalde de la localidad, considera que el cierre podría contribuir a la despoblación de la zona y solicita medidas para garantizar el desarrollo económico. 

Incidente en Almaraz bajo control

La pasada noche, la central nuclear de Almaraz activó el servicio de emergencias por la presencia de humo debido a un fallo eléctrico en la sala del IV Generador Diésel. Según la planta, ambas unidades operan al 100% de potencia y no hubo impacto en la seguridad ni en el medio ambiente.