La caza de conejos a diente con podencos representa una modalidad cinegética muy arraigada en diferentes puntos de España. Los cazadores hacen uso de la destreza y agilidad de sus perros para intentar atrapar al conejo de monte. Esta modalidad de caza, en numerosas ocasiones, permite la reintroducción del conejo a su medio ya que los perros no causan daño alguno a la pieza.
Los podencos capturan la presa cortándole las posibles rutas de huida. Los perros rodean al miembro del equipo que ha detectado la presencia de la pieza en su encame. Una vez levantada, los canes que ven al conejo corren detrás de él latiéndolo para que los demás sepan por dónde escapa.
Si es necesario para no perder de vista al conejo, realizarán una serie saltos característicos. El resto del equipo se abrirá en abanico, guardando los laterales de la carrera, intentando cerrar el cerco para lograr su captura.