En el siglo XVI el pueblo de Hornachos era el principal enclave morisco del reino de Castilla. El control del concejo y su laboriosidad les había convertido en un pueblo organizado y próspero. A pesar de la brutal represión de la inquisición, siguieron practicando en secreto su fe y sus tradiciones. En 1610 la intransigencia religiosa de la sociedad de la época y de sus gobernantes provocó la expulsión de todos los moriscos de los reinos españoles. A su llegada al norte de África, los moriscos de Hornachos volvieron a dar muestras de su gran capacidad de superación. Se instalaron en Rabat y comenzaron a armar barcos para el corso. En poco tiempo su flota contó con decenas de barcos y se convirtieron en una auténtica potencia corsaria reconocida internacionalmente. En 1627 se independizaron del sultán de Marrakech y crearon la república independiente de Salé.
El amor de la patria: los moriscos de Hornachos y la República Sale
Domingo, 11 Agosto 2013