El campo es vida: Episodio 104

Hoy conocemos a una nueva generación de borreguitos en la dehesa de Manchita. De nuevo son hijos de madres primerizas, aunque en este caso Chabeli está contenta porque han resultado ser muy “carenciosas” con los pequeños, lo que quiere decir que están muy pendientes de ellos. En Tiétar los pepinos de los cultivos exteriores de Guille están creciendo tanto que hay que entutorarlos, así que es hora de ponerse manos a la obra. Mientras Luis, su ayudante francés, le sujeta los palos, él los va martillando hasta clavarlos en la tierra. Alguien ha dejado una puerta abierta en Valencia del Ventoso y las cabras de Vero han aprovechado para escaparse de la nave. Menos mal que África, la hija de nuestra ganadera, se ha dado cuenta Como los enanitos del cuento de Blancanieves. Así nos hemos encontrado hoy a los mellis en Peraleda del Zaucejo, cargando pico y pala para cavar una de sus tuberías. El trabajo es delicado, porque un mal golpe puede reventar la instalación. Por supuesto, la discusión está servida.