La astenia primaveral, caracterizada por una sensación de fatiga y debilidad generalizada que muchas personas experimentan con la llegada de la primavera, puede ser combatida eficazmente mediante la práctica regular de ejercicio físico. El deporte activa la circulación sanguínea, mejora el estado de ánimo y aumenta los niveles de energía al promover la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Además, el ejercicio al aire libre, aprovechando las temperaturas más cálidas y los días más largos, permite una mayor exposición al sol, lo cual es fundamental para la síntesis de vitamina D, contribuyendo a un mejor funcionamiento del sistema inmunológico y una mayor sensación de bienestar general. En resumen, la actividad física no solo ayuda a mantenernos en forma, sino que también es una herramienta valiosa para mitigar los síntomas de la astenia primaveral y disfrutar plenamente de esta estación del año.