Bajo un tremendo aguacero y en medio de una tarde-noche desapacible a más no poder, el Mérida buscaba tres puntos que le permitieran dormir en puestos de playoff.
Y el arranque de partido demostró que Sergi Guilló y los suyos se lo tomaban muy en serio. Liberto dispuso de un mano a mano... y un balón al poste en el primer cuarto de hora.
Pasado el arreón local inicial, el Yeclano estiró sus líneas y planteó las primeras dificultades a Palomares. El meta andaluz solventó sin problemas los tímidos acercamientos del cuadro murciano, antes de que el Mérida pusiera la directa en el tramo final del primer tiempo.
Pediría penalti por manos la parroquia local en una acción pero el árbitro no quiso saber nada y justo cuando se cumplía el minuto 45, llegó el gol. Saúl del Cerro gana línea de fondo y asiste de manera magistral a Carlos Doncel. Sexto gol del mediapunta catalán para desatar la euforia en el Romano.
Guilló ajustó detalles en el paso por vestuarios y el Mérida pudo y debió sentenciar el partido en la segunda parte. La más clara fue de Eslava, que tras aprovechar el resbalón de un defensa del Yeclano se plantó contra el portero, pero la mandó alta.
El Mérida supo manejar la situación y solo le faltó acertar en alguna de sus llegadas para sentenciar una victoria que solo peligraba por lo escaso del resultado.
Con un posible penalti sobre Busi que no vio el árbitro se llegó a un tramo final en el que el Yeclano apenas inquietó a Palomares. Tres puntos de oro que avivan el sueño del Mérida.