El jabalí es un animal salvaje con instinto violento, sobre todo cuando son amenazados. El tamaño no es esencial para la peligrosidad de sus ataques, es su ímpetu y la agresividad con la que se defienden, en grupo las hembras, en solitario los machos. Sus colmillos son su defensa, espadas que manejan como samuráis y embisten como toros a los puntos débiles del adversario.
La astucia y los enfrentamientos con los jabalíes en la montería, hacen a esta modalidad la reina de la caza mayor. Con estos animales hay que estar en constante alerta, es mejor estar preparado siempre, que no nos sorprenda, son pocos los momentos que nos dan para el disparo. El jabalí tiene memorizados los escapes y será fiel a sus instintos y sentidos.