La caza a rececho del gamo durante la ronca, al igual que la del venado durante la berrea, es una experiencia inigualable, permitiendo que el cazador disfrute de toda la magnitud y belleza de la dehesa, además de la belleza de estos animales. A pesar de que su ronca no es tan intensa como la del venado, son menos propensos a esconderse en el monte, son animales más confiados, moviéndose en grupos mas amplios, lo que hace que no prestemos atención a los detalles que harán poner en alerta al gamo y podamos perderlo.
Este tipo de caza es todo un reto, debido a tener que dedicar muchas horas y esfuerzos para obtener el trofeo seleccionado. Es importante contar con la ayuda de expertos en el terreno y profundos conocedores de la orografía en la que nos movemos para conseguir un rececho exitoso.