La Guerra Civil azota Extremadura. Tras someter el sur de la región en apenas una semana, el ejército rebelde se planta a las puertas de Mérida con el objetivo de tomar la capital extremeña para, posteriormente, asaltar la ciudad de Badajoz. Tras hacerse con Mérida, el ejercito franquista marcha al oeste para conquistar la ciudad pacense. La Batalla de Badajoz fue uno de los episodios más dramáticos de la Guerra Civil. Tras la toma, el 14 de agosto de 1936, además, se desató una sangrienta represión. Con la victoria asegurada en Badajoz, la mira del ejército sublevado se centró en las comarcas de La Serena y La Siberia, en manos republicanas, que constituyeron el 'Frente Extremeño', con el castillo de Medellín como punta de lanza de su defensa.