La Guerra Civil española ha terminado. Vienen los conocidos como "años del hambre", los años de posguerra, de miseria, de exilio al extranjero, de barrios de chabolas y la asistencia de organizaciones como Auxilio Social. En esta situación de emergencia social, prosigue la represión de los vencedores sobre los vencidos. Los presos durante el conflicto bélico llenan los barracones de campos de concentración, como el construido en Castuera o bien son utilizados como mano de obra en las construcciones del gobierno franquista. Y todo ello en una situación de postguerra, desde el ángulo español, pero con un ambiente prebélico en una Europa que está a las puertas de la Segunda Guerra Mundial. La, a priori, previsible victoria aliada sobre el eje fascista, cercano a Franco, da alas a la resistencia republicana en España que, con los maquis en la clandestinidad, se organizan para luchar contra el régimen. En Extremadura, estos maquis se echarán al monte y serán muy activos en la comarca de Las Villuercas. Franco, además, establece las bases de una larga dictadura aunando en su persona todas las magistraturas. Aglutina el poder político, religioso y militar como Caudillo, una figura sin parangón en la historia del país.