El corzo es uno de los animales más buscados por los cazadores debido a su singularidad, complejidad de su caza y la importancia en los trofeos para todo cazador. Por ello, es importante conocer el comportamiento de estos animales para conseguir cazarlos. Los machos suelen ocupar los territorios más favorables y con mejores posibilidades alimenticias. Durante el primer mes de su periodo hábil debemos de buscarlos en las siembras de cereal como trigo, cebada…, y forrajeras como la alfalfa.
La capacidad de saber localizar a los corzos dependerá del éxito o fracaso de nuestro rececho. Por ello, siempre procuraremos elegir un sitio elevado que nos permita la observación de la mayor superficie posible del cazadero. Con los prismáticos, observaremos con detenimiento todas las zonas en las que sea posible la presencia de un corzo. Y por último, la paciencia es la gran virtud en los recechos de corzo, tendremos que observar una y otra vez sin parar en las siembras y laderas, hasta darnos cuenta de su presencia. Nuestro éxito estará muchas veces en relación directa con el tiempo empleado en observar con los prismáticos y de nuestra agudeza visual.