La ermita de la Virgen de la Soledad, patrona de Badajoz, estuvo en un primer enclave hasta 1925. Años mas tarde en sustitución a la primitiva del siglo VII se inauguraría el templo nuevo, justo enfrente, en el centro de la capital, en el punto neurálgico del casco antiguo de la ciudad, siempre repleto de vida y una de las puertas más famosas de la ciudad.
Su decoración es muy curiosa. La capilla de Santa María, conocida como la Capilla de Arriba, tiene una decoración llamativa repleta de color. Se trata de una capilla inspirada en el salón del trono del rey Luis II de Baviera, el rey Loco, perteneciente al edificio más fotografiado de Alemania.
Cuentan que una de las hermanas padecía una enfermedad respiratoria y tuvo que ir a vivir a la Selva Negra, sin duda un lugar de sanación e inspiración para albergar a la patrona. Fueron las hermanas Justa y Leonor Olleros las que donaron el dinero para hacer la capilla.
Así lo ha explica José Gutiérrez, vocal de la Junta de Gobierno de la Soledad.