La modalidad de caza mayor más practicada en España es la montería y para su realización es imprescindible contar con buenas rehalas. La emoción de un cazador al ver una suelta antes de comenzar oficialmente una montería, es enorme. Es una de las partes de la cacería más intensa, donde los perros transmiten sus ganas y su afición por el campo y la caza.
Las ladras de las rehalas son las que nos indican que el animal se acerca a los puestos, por lo que los cazadores deben estar muy atentos. Hay que respetar a los perros si abatimos la pieza, dejarle su premio y luego invitar a que se marche, sin ningún acto inadecuado, si no de viva voz.
En definitiva los perros, como en la mayoría de modalidades de caza, son fundamentales para la práctica de la montería y debemos ayudar a las rehalas para que realicen su trabajo lo mejor posible. Sin ellas la montería no sería posible.