El corzo es un cérvido sedentario, territorial y polígamo, es en la primavera cuando dedica gran parte del día y de la noche a dejar bien claro quien manda en el lugar. El resto del año lo pasa relajado, solapándose machos y hembras los territorios e incluso se pueden ver dos machos comiendo juntos.
Durante esta época del año, suelen estar las hembras acompañadas de los machos y si vemos que hay señales o vemos hembras, tenemos que estar atentos a que el macho puede estar cerca. La territorialidad de los corzos la marcan mediante una serie de glándulas cutáneas, ubicadas en diferentes partes de su cuerpo que emiten sustancias químicamente complejas, con un olor característico y diferente para cada individuo que actúa como un sistema de comunicación entre ellos.