Estos quesos son auténticas joyas, de los mejores de la región. Se elaboran en Cabeza del Buey y curan en un antiguo refugio de la Guerra Civil a 4 metros de profundidad. Luis es el afinador de numerosas variedades de queso que poco a poco se curan de manera natural, posteriormente se cepillan y aceitan. Los problemas de ácaros los combaten también de de manera natural, por eso mantienen las telarañas que se forman en las paredes.
La gran calidad de estos quesos se obtiene también gracias a las condiciones microclimáticas de esta cueva: su nivel de humedad oscila entre el 85-90% y la temperatura durante todo el año está entre los 13,8 y 16º.
La quesería Reborto presumen además de tener el queso más grande de La Serena, de unos 25kg de peso, al que han bautizado como avutarda.
Todo comenzó en 2015, tras unas conversaciones entre Luis y su padre recordando su infancia, siempre vinculada con el campo, el pastoreo de sus padres y los quesos que hacían con la leche de su ganado. Luis decidió entonces dejar su vida en Madrid, regresar al pueblo, se formó como maestro quesero y emprender. Hoy día ofrecen además de sus productos, catas bien maridadas y presume también de la tarta que de queso que él mismo elabora.