Tras la muerte de su padre Luis sintió la necesidad de hacer eterno su recuerdo y decidió crear un sistema mediante código QR en el que se pueden subir condolencias, ubicación de la lápida, biografía o fotos con el fallecido. Una red social del recuerdo. El sistema evolucionó y muchos cementerios ya cuentan con un código QR para localizar tumbas y fallecidos. Ya son referentes a nivel regional y están empezando a salir al resto del país.
El cementerio de Valdelacalzada está digitalizado por completo, un servicio que con el Covid ha cobrado protagonismo abriendo gratuitamente un tanatorio virtual para velar a los difuntos o compartir condolencias que no pueden asistir al tanatorio, cementerio, funeral e incluso poner flores en la lápida físicamente.