Empezamos el programa en Riolobos, donde conocemos a Raquel e Isaías, que llevan toda la noche trabajando y vienen desde Salamanca, donde han ido a vender sus hortalizas. Ellos son hortelanos por pura vocación y están felices con este estilo de vida.
El primero en lanzarse al huerto fue Isaías, que tuvo la certeza de que quería dedicarse a este sector tras un viaje a Almería. Poco después se unió Raquel, su pareja, que dejó atrás su trabajo de oficina para ser feliz plantando calabacines, tomates, lechugas y muchos más cultivos. Los dos repetirían esta decisión de cambiar de vida una y otra vez, porque ahora han conseguido ser felices haciendo lo que realmente quieren.
Después viajamos hasta Zalamea de la Serena, en la provincia de Badajoz, para conocer a Sergio, un joven jinete profesional al que una lesión le impidió estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. Este fuerte varapalo lo logró superar al lado de los suyos, de su familia y amigos. Y es que su pueblo fue testigo de sus primeros pinitos a lomos de un caballo. Una afición que en su casa no entendían, porque en su familia nadie se dedicaba a ello, pero su ilusión estaba por encima de todo. Tuvo que marcharse de casa para cumplir su sueño, y lejos de los suyos ha vivido sus mejores momentos como jinete profesional, pero también los menos buenos.
Su madre nunca ha superado el miedo de ver a su hijo sobre los lomos de un caballo, pero quizás Sergio se sorprenda de lo que este programa es capaz de conseguir.
Con Sara Barroso.