Maestros del Campo llega con mucho ritmo hasta Aldea de Retamar para conocer a Isaac, un joven que quiere ser agricultor. Sus referentes son su padre y su hermano Antonio, de ellos lo ha aprendido todo y lo sigue haciendo, porque trabaja en las explotaciones que tiene su hermano de olivos, viñas y pistachos. Día a día, intenta mejorar y seguir el consejo que le dio su madre antes de fallecer: ser una persona humilde es el camino para llegar lejos en la vida. Su muerte fue uno de los momentos más duros que le ha tocado vivir con tan solo 22 años, pero no el único. Le ha ayudado a madurar y agarrarse con fuerza a ese sueño que tiene de convertirse en un joven agricultor.
Y del sur de Extremadura viajamos hasta Tiétar, en la comarca de Campo Arañuelo, donde nos espera María del Mar, una ganadera de segundas oportunidades. Sí, porque cuando se casó, su marido y ella compraron unas cabras, que terminaron vendiendo debido a la juventud e inexperiencia de ambos. En su lugar, sembraron tabaco, pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que eso tampoco funcionaba. Tras algunas idas y venidas, nuestra maestra volvió a comprar unas cabritas para ir tirando. De eso hace ya casi 30 años y, hoy en día, tiene más de 500. Sus cabras son su vida, su paz, su tranquilidad, gracias a ellas no ha sufrido depresión, porque en ellas se refugia cuando intenta evadirse de los baches que le pone la vida. Una mujer luchadora y muy trabajadora que se rodea muy bien. El otro pilar de su vida es su hijo Juan Antonio, un joven pastor que no entiende este trabajo sin ella.
Con Sara Barroso.