Plasencia, un lugar para agradar a Dios y a los hombres
Jueves, 8 Septiembre 2022
En el año del señor de 1186 el rey castellano Alfonso VIII ordenó levantar un gran recinto amurallado en las proximidades del río Jerte. Al abrigo de la fortaleza, prosperó una nueva ciudad bajo el manto protector del Fuero de Plasencia, un códice otorgado por el rey, con más de setecientas leyes que propiciaron el crecimiento y consolidación de un gran núcleo urbano. El monarca quiso que aquella nueva ciudad cristiana fuera la Jerusalén de su reino, un lugar para agradar a Dios y a los hombres.