Mantener vivo el legado que nos dejaron las diferentes culturas que pasaron por nuestros pueblos es la idea de la que parte este curioso taller de costura en Aliseda, en el que un numeroso grupo de vecinas está aprendiendo a hacer trajes nada menos que tartésicos. Y presten atención a la historia de Laurentino, un apasionado de la naturaleza que empezó haciendo fotos de animales hasta que un día decidió plasmar estas escenas en un lugar nada común: las propias cornamentas de los ciervos que encontraba en el campo. Seguimos disfrutando de la naturaleza extremeña pero ahora desde un punto de vista turístico, gracias a estos singulares alojamientos situados en el entorno de la Sierra de San Pedro, en los que se combinan chozos y caballos. Y hoy terminamos con tres palabras y un dicho que seguro que conocéis: "Quién no diga jacha, jigo y jigera no es de mi tierra". Pues en torno a él gira la idea de negocio de Juan Diego, que ha conseguido llevar esta expresión desde Santa Amalia por todo el mundo.
Con Isa Casilda.