En Calamonte, hemos conocido a Pedro José que es ‘sillero’. Es de los pocos silleros que se pueden encontrar todavía por Extremadura. “Yo entré en la asociación de artesanos de Extremadura y estaban como locos buscando silleros...porque ya quedan muy pocos”, dice. Él hace sillas de ‘enea’, de cuerda de cáñamo, de rejilla, etc. “Aprendí yo solito, gracias a San Google, me gustaba enredar y así empecé”, comenta.
Su último trabajo ha sido el de reparar sillas para una asociación de baile flamenco. “A mis hijas les tengo hechas cunas, mecedoras...etc. Yo soy camionero de la Junta de Extremadura, pero cuando me preguntan que qué soy...siempre digo artesano”, apunta. También hace trabajos de forja, porque trabajó de pequeño con un buen herrero.